La cocina es uno de los locales mas importante de la vivienda, seamos o no buenos cocineros, visto que siempre necesitaremos un lugar para prepara nuestra comida! Desde este punto de partida podemos tener múltiples y diferentes posibilidades para proyectarla, dependiendo de nuestra manera de utilizarla, de el espacio que queremos destinarle, de la localización en la vivienda y de la importancia que nosotros mismo queremos darle.
Hoy en día, por ejemplo, es fácil encontrar cocinas abiertas a un local multifuncional que incluye comedor y estar, eso deriva de la necesidad de aprovechar al máximo el espacio, de una manera mas libre de utilizarlo y de modas adquiridas de otras culturas, como la americana, al las que nos estamos acercando. De hecho ya no vivimos como nuestros padres y seguramente no cocinamos como nuestras madres, así que este modelo de cocina se adapta perfectamente a una vida más rápida, más informal, más flexible y más igualitaria. Cocinar es un momento compartido con el resto de la familia o de los huéspedes, más rápido y más ligero y quien cocina, con nuevos accesorios como electrodomésticos y fuertes extractores, ya no necesita encerrarse por horas en un espacio cerrado. Este espacio se convierte ahora en lugar de socialización, donde, mientras cocinamos, podemos estar con los demás, que nos ayudan en algunas tareas o simplemente disfrutan de nuestra compañía, tomando algo y charlando. Está claro que en una cocina abierta la estética y la coordinación con el resto del espacio es muy importante, pero aun más lo son su funcionalidad, su organización y distribución. En este tipo de cocina es aconsejable crear islas o penínsulas que ayuden a definir la zona de trabajo y que nos permitan, también, poder trabajar sin dar la espalda a quien nos acompaña. Hay islas que incluyen los fogones, el fregadero y las respectivas instalaciones y otras que sirven de mesa de desayuno o simplemente de superficie de trabajo. La cercanía de los elementos depende del flujo de los alimentos: desde la nevera al fregadero, al los fogones y al horno; o de su uso: lavavajillas cerca del fregadero o sartenes y accesorios cerca de los fogones. Todo tiene que estar cerca, al alcance de quien cocina, así que es muy importante no tener demasiado recorrido entre los bloques: un paso entre fogones y fregadero, otro entre fregadero y nevera, me doy la vuelta y tengo a mi alcance la mesa de trabajo etc. Si traducimos los pasos en cm podemos considerar 90cm la mínima distancia entre ellos y 120cm la máxima, dependiendo de si somos altos o bajos! En una cocina abierta hay que tener espacio para guardar todo de manera ordenada, aunque no siempre hay que encerrar todo en armarios; algún accesorio visto, como cacharros colgados o rellanos con vasos o especias, nos ayudaran a decorar y dar al espacio un toque personal. La iluminación es otro elemento fundamental en un lugar de trabajo, así que no desaprovecharemos la luz natural y pondremos lampara o focos que nos iluminen las encimeras, considerando las posibles zonas de sombra que crea la persona que cocina. Mucho de esto vale también para cocinas cerradas, o las que su puerta esta abitualmente abierta y seria apropiado eliminar o sustituir por una corredera, porque de echo ya las utilizamos de la misma manera. Así que tendremos que pensar en un rincón donde se pueda quedar quien nos acompaña y distribuir las funciones de manera racional. Es importante que la cocina este situada lo más cerca posible del comedor porque, aun que nos parezca poco, un metro más de camino se hace muy pesado de recorrer, sobretodo cuando estamos cómodamente sentados en la mesa, disfrutando, de la comida o de la cena, con nuestros allegados. Cocinar se ha convertido en un placer, ya que si no tenemos ganas hay muchas otras opciones, como poner lo que sea en el microondas y ya esta, pero, para que así sea, tenemos que tener un lugar de trabajo cómodo y con los accesorios necesarios. No debemos dejarnos llevar por modas excéntricas o sofisticadas que vemos a veces en las revistas y que poco o nada tienen que ver con nosotros o con nuestra casa. Siempre hay que valorar el existente, las necesidades, las posibilidades, la funcionalidad, el estética y , non ultimo, nuestros gustos y deseos.